jueves, 23 de octubre de 2014

¿Miran antes de disparar o solo después?


En la página de Iberlince aparece esta noticia:
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Muere un lince ibérico en Ciudad Real

23/10/2014


Ayer, día 22 de octubre, en el trascurso de una acción cinegética en una finca de Torre de Juan Abad, en la provincia de Ciudad Real, se produjo la muerte accidental por disparo de un lince macho. La propiedad de la finca en la que ocurrió el suceso, se puso inmediatamente en contacto con los agentes medioambientales de la Consejería de Agricultura para dar cuenta del hecho y realizar las diligencias oportunas. Una vez en el lugar de los hechos los agentes comprobaron que se trataba de Kenitra, ejemplar liberado el 3 de julio de este año.
El cadáver se ha llevado al CREA de El Chaparrillo donde se le practicará la necropsia.
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Iberlince

Sin entrar en cuestiones éticas, resulta evidente que disparar armas de fuego en lugares abiertos al público es, y será siempre, una actividad peligrosa. Un día es un lince; otro un miembro de la propia partida de caza, y otro alguien que pasaba por allí. Todas las temporadas se producen accidentes fatales en las cacerías.

Hay, no obstante, medidas que podrían reducir esa peligrosidad. Una de ellas se refiere a la propia formación de los cazadores. ¿Están todos capacitados (mentalmente sobre todo) para portar armas? ¿Cuántos hay de esos que disparan a todo lo que se mueve sin pensárselo dos veces? Permitir que cualquiera ande por ahí dando tiros a diestro y siniestro no puede tener buenas consecuencias.

www.endefensadelasmontanas.com

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